viernes, 10 de octubre de 2008

Gracias Marty



Hace unos días, hablaba de que Marty, mi gato había llegado en el momento preciso en mi vida... y se fué en el peor de los días... en el momento en que estaba mas jodida y mas lo necesitaba...





Recuerdo hace tres días que estaba desesperadamente angustiada y triste... fuí hasta tu camita y te abracé mucho y tu me extendías tus patitas, me maullabas y me enterrabas las uñas, parecía que me entendías y que me tratabas de dar animos... todavía tengo las marcas de tus garras, todavía siento como si fueras a aparecer encualquier momento, como ya me estabas acostumbrando ibas a correr hacia a mi, con tus clasicos tropezones... apenas ayer, me diste una sorpresota... estaba enojandome porque no me dejabas irme al gimnasio te colgabas de mi pierna y te decía "dejame, te vas a caer"... y en eso agarraste un impulso y brincaste de mi pierna hasta el hombro, en ese momento me mataste... y te quedaste quieto esperando a que regresara del ensayo para darte de comer... y ahí fue el principio del fin...


Marty muchas gracias por esta semana en la que demostre el amor que tengo, el amor que puedo dar a los seres que me lo piden honestamente, gracias por sentirme util, por necesitarme, po darme la oportunidad de quererte, por la semana en que nos hicimos felices ambos... te voy a extrañar... me haces falta

1 comentario:

Brynhild dijo...

Queridísima K, K, Rocker:

Resulta verdaderamente extenuante repasar el tema de por qué las pérdidas de ciertos seres vivos, son mucho más llegadotas que el resto de los eventos mundanos… difícilmente se logra llegara una conclusión. Comprendo de manera absoluta tu tristeza y siento el hueco corrosivo que debe llevar tu corazón ahora; el entendimiento con los animales es mágico y tornasol… sencillamente no tiene comparación o equivalente con nada.

Deseo profundamente que la depresión logre su metamorfosis, hasta convertirse en un recuerdo amable de lo que significó ese lindo gatito para ti, que pronto puedas referirte a él sin lágrimas dolorosas, sólo lágrimas vivas por la maravillosa experiencia que adquiriste al abrirle la puerta a tan linda criatura.

Uno más de mis nombres, Brynhild…
Gracias por la felicitación; soy más vieja que ayer y más joven que cuando cumplí 25… extrañamente así me siento.